La mosquita blanca es un insecto plaga que puede provocar la muerte de la planta, existen más de 1500 especies de este insecto. La mosca blanca puede debilitar la planta e incluso causar su muerte, ya que extrae los nutrientes de la planta y excreta una sustancia tipo melaza que desecha sobre la hoja. Este insecto tiene un aparato bucal chupador por lo que puede transmitir enfermedades a las planta y a su vez dañarlas con la llegada de hongos o bacterias. La mosquita blanca es un insecto muy pequeño y se puede controlar con productos no dañinos para el ser humano o para el ecosistema.
Entre las plagas más importantes del huerto, jardín o cultivos, se encuentra la mosquita blanca. De este insecto plaga se conocen alrededor de 1500 especies, a diferencia de las otros insectos, estas resisten bajas temperaturas, esto provoca que la plaga pueda estar presente desde el otoño, en comparación con otras especies.
La mosca blanca pertenece a la familia de los Aleuródidos, pueden llegar a medir de 1 a 1.5 mm, con un cuerpo de color amarillo pálido y un par de alas blancas, las hembras pueden vivir de 14 a 55 días, mientras que los machos de 6 a 34 días. Las hembras fecundadas pueden dar lugar a una generación mixta, es decir, que puede haber mosca blanca machos y hembras, mientras que las hembras no fecundadas solo dan lugar a una generación de hembras. La mosquita blanca tienen un aparato bucal picador-chupador, este permite que pueda alimentarse de más de 500 especies de plantas. Estos insectos de tipo chupador suelen situarse en el envés de las hojas, debido a que es la zona con mayor porosidad y accesibilidad para su aparato bucal chupador. Por su tipo de aparato bucal chupador, la mosquita blanca succiona la savia de las plantas, provocando que se debiliten. Esto se debe a que produce una sustancia tipo melaza, provocando que las hormigas sean atraídas y transportar varios tipos de hongos y bacterias, ocasionando problemas en las plantas e incluso su muerte.
Las medidas preventivas para el control de la mosquita blanca pueden ser variadas, se puede hacer control manual, pero resulta difícil debido al tamaño. También se puede controlar mediante enemigos naturales y ayudar a que estos prosperen por lo que se puede apoyar sembrando plantas hospederas de estos enemigos naturales. El control mecánico también reduce la incidencia de la plaga de la mosquita, por ejemplo, se deben evitar excesos de riego y abonado y/o dejar los cultivos sin ningún cuidado. Como alternativa al uso de agrotóxicos está el control biorracional. Este control se utiliza productos orgánicos que ayudan al manejo de la población de la mosca blanca, por ejemplo, el jabón potásico es un producto que se utiliza en la agricultura orgánica, este provoca que se reblandezca el exoesqueleto del insecto y una vez que se seca causa una abrasión en el cuerpo del insecto causando que poco a poco vaya muriendo. Otro producto es el aceite de neem, este tipo de producto contiene azadiractina que ayuda a controlar la mosca blanca, ambos productos se pueden utilizar mezclados para una mayor eficiencia. Otros tipo de control puede ser el uso de hongos entomopatógenos, como es la Beauveria bassiana y Verticillium lecanii.
Para poder prevenir la presencia de la mosquita blanca debemos estar atentos a los primeros adultos en nuestras plantas. Cuando se causa una movimiento del follaje se puede ver como vuela el insecto y dependiendo de la cantidad se puede observar como las hojas comienzan a presentar melaza, estar pegajosas o hay presencia de hormigas.