Los fertilizantes orgánicos ayudan a mejorar la calidad del suelo y nutrición de las plantas, por consiguiente los productos obtenidos como: verduras, frutos, cereales, forrajes, etc., son de mejor calidad, beneficiando a los consumidores finales.
En el suelo las aplicaciones de los fertilizantes derivados de los abonos orgánicos mejoran la estructura, la disposición de materia orgánica, favorecen el desarrollo de microorganismos que ayudaran a desintegrar la materia orgánica. El uso de estos abonos pone disponible para las plantas los nutrientes que se encuentran en el suelo, ayudan a mantener las condiciones óptimas para la producción de alimento tanto para los microorganismos del suelo como para las plantas.
El uso de abonos orgánicos se refleja en las plantas, ya que al estar mejor nutridas el follaje es más abundante, las flores y frutos tienen mejor desarrollo y de buen tamaño, los frutos con mejor sabor. En general los alimentos con fertilizantes de fuentes orgánicas ayudan a que los frutos sean de mejor calidad y más nutritivos.
