Somos agua, a través de ella podemos mirarnos. Esta es nuestra reseña documental sobre la situación hídrica que vive nuestra cuenca.
Conocer el origen del agua que nos constituye como seres vivos nos ayuda a entender nuestro presente y proyectar nuestro futuro. ¿Qué pasa con el agua en la Ciudad de México y su zona metropolitana? ¿Cómo vivimos nuestra relación con ella quienes aquí vivimos? La paradoja que responde esta pregunta se cuenta en aproximadamente 70 minutos en este documental codirigido por José Cohen y Lorenzo Hagerman, H2Omx (2014), en donde la voz del poeta Homero Aridjis nos dice: “La Ciudad de México, fundada sobre el agua, podría morir de sed”.
Así comienza en El Humedal nuestro primer ciclo de cine documental en el que nuestras voces se reunirán para reflexionar en torno al tema del agua y cómo nos relacionamos con ella. H2Omx es nuestro punto de partida al abordar una problemática que se origina en la CDMX pero que está directamente relacionada con la presa de Valle de Bravo (Estado de México) de donde proviene el agua que abastece cada vez con más importancia la demanda hídrica de la ciudad. Por un lado, cortes de agua, personas acarreando tambos, y la extracción de agua del subsuelo que hunde año con año la ciudad; por otro, inundaciones que mezclan el agua de lluvia con la del drenaje y despojan a muchas familias de sus pertenencias.
¿Por qué a El Humedal le interesa este tema?
Realidad
Sabemos que lo que pasa en el Valle de México sucede a nivel nacional y también, en menor escala, en nuestro pueblo, Valle de Bravo. Quizá no es tan evidente como en la Ciudad de México, por la importancia económica que ésta tiene, pero sucede lo mismo: hay varias zonas aledañas en donde todavía se tiene que ir a buscar agua, a pesar de estar rodeadas de manantiales y de tener lluvia la mitad del año. Hay lugares, sin embargo, que sí reciben agua directamente en sus llaves, la cual a veces proviene del manantial de los Álamos pero, otras, recibe tratamientos con cloro y clarificador, lo cual puede confundirnos porque no siempre tiene la mejor calidad.
Por otro lado, aunque en Valle de Bravo no son frecuentes las inundaciones, sí somos testigos de la contaminación que tienen algunos manantiales y ríos tanto por la basura como por la infiltración que dejan los contaminantes que desecha la mancha urbana. Esta agua, que no recibe tratamiento, lamentablemente termina mezclándose con la de la lluvia y luego, deriva en la presa. Tal y como lo muestra el documental.
Ante todo esto podemos identificar que la situación del agua tanto en la CDMX como en Valle de Bravo es crítica porque no hay una conciencia sobre su uso y cuidado, porque la extracción ha hecho que la ciudad se hunda más —haciéndola más susceptible de inundaciones—, y porque la presa ahora es la principal abastecedora de esa demanda —lo cual tiene un impacto también en el consumo de agua en Valle de Bravo—.
Posibilidades individuales y colectivas.
Ante la problemática, en nuestro diálogo identificamos acciones básicas que ayudan a construir futuro. Y H2Omx toca algunas de las que hemos experimentado en El Humedal, lo cual nos permite ubicar nuestro lugar en la historia.
La primera es cuestionarnos la forma en que nos relacionamos con el agua, así como la educación que recibimos y damos sobre ello. El Humedal ha respondido a esto desde su fundación: identificamos las necesidades hídricas del lugar, captamos la que proviene de la lluvia, y damos tratamiento a la que proviene del drenaje. Los resultados que hemos tenido han sido exitosos: al año, la captación de 130 000 L de agua pluvial y 657 000 L de agua tratada, no solo han abastecido año con año por completo las necesidades hídricas de los bosques, huerto y uso humano en El Humedal, sino que las han rebasado.
Entendemos que llevar a cabo esto a gran escala en la CDMX puede ser muy complicado; sin embargo, consideramos que cada vez son más las personas que saben que esto es posible y que, incluso (como vemos en el documental) puede no ser tan caro. Necesitamos desechar la idea de que el agua tiene que salir de nuestra llave por obra del gobierno.
¿Qué esfuerzo, como individuos, estamos haciendo para cambiar esta realidad?
Nos gusta pensar en más alternativas para cuidar el agua, además de la captación. Por ejemplo, en el documental no se menciona, pero otro tema fundamental en cuanto al uso de agua potable es el que tiene que ver con los baños; y éste da para mucho porque todos los días ensuciamos bastante agua limpia con desechos, cuando hay alternativas que podríamos implementar para que fuera diferente. Los baños semisecos de El Humedal usan un vaso de agua por descarga, además de que solo los limpiamos con detergentes biodegradables, lo cual permite que la reusemos en nuestro bosque. Con esto queremos decir que, aunque es cierto que no hay una regulación sobre la fabricación de detergentes, tampoco la necesitamos para tener conciencia. Basta con consumir productos biodegradables, existan o no los demás.
Esto nos lleva a otro punto: la concepción que tenemos de la modernidad, y es que, al pensar en captación pluvial vienen a nuestra mente las casas pequeñas que se construyen en la ciudad para sostener la cantidad de población que ahí vive y que año con año aumenta, lo cual ha implicado el sacrificio de espacios verdes que albergaban árboles que, a su vez, son fundamentales para filtrar agua en el subsuelo y para mantener los manantiales con suficiente cantidad de agua. Quizá ya es difícil para la ciudad recolectar el agua de la lluvia en estas condiciones, pero entonces, ¿cómo hacerle? El Humedal se manifiesta como una alternativa más orgánica y natural para limpiar el agua; su referencia y experiencia pueden ayudar a diseñar alternativas que nos acerquen a la sustentabilidad hídrica que buscamos. Sin embargo, siempre hay algo que podemos hacer, desde el lugar en el que estamos.
¿Qué puedes hacer?
• Instalar un sistema de captación pluvial
• Cambiar los retretes viejos por ahorradores
• Colocar una botella de PET llena de agua dentro del depósito, para que éste no descargue tanta agua
• Usar detergentes biodegradables
• Tirar las grasas que quedan de lo que cocinas en la basura, no en el drenaje.
• Usar filtros de agua, en lugar de garrafones
• Promover la separación de aguas de buena, mediana y mala calidad
• Usar lodos activados para el tratamiento de aguas negras
Finalmente…
El Humedal es parte de una comunidad responsable con el uso y tratamiento de agua en Valle de Bravo, y se satisface en devolver a la naturaleza un poquito de lo que nos ha dado, así como de poder compartirlo y sensibilizar de una manera práctica y visual a través de nuestros recorridos: porque creemos que la acción ciudadana hace la diferencia. Nuestra experiencia nos ha permitido visualizar, desde una pequeña escala y con los elementos que tenemos a la mano, un problema que existe en todo el país y en el mundo. Hoy nos complace también compartir que nuestro trabajo nos ha vinculado con otras instituciones, abriendo las puertas a nuevos proyectos que podrían implementarse en la CDMX, sabiendo que, en realidad, el modelo que usamos puede ser replicable en muchos otros espacios, por una sostenibilidad hídrica.